miércoles, diciembre 10, 2003

Yo también, RAM

Normalmente no utilizo esto como un diario, las cosas que hago cada día no son nada del otro mundo y más bien creo que aburrirían al mejor dispuesto. Pero con el bajón del regreso, me he sorprendido merodeando por los otros blogs, a ver si me hablaban de la RAM y me ponían la sonrisa bobalicona, y he pensado que, en correspondencia, también yo debería hablar de mi RAM.

Oh… vale, genial. Y ahora no sé qué decir. Son demasiadas cosas para cuatro líneas.

De todos.
Viaje divertido y muy largo, (qué lejos está Murcia).
Coches perdidos, curvas, tractores, coche sin luces.
Primera noche agotadora (gente, reencuentros, conversaciones –pendientes o no, deseadas o no).
Pelafustanes, qué decir si ya (que sí, que os escuchamos).
Amigos y no tanto, risas, conversaciones, juegos, cafés, cansancio.
Autocar, carrozas (ccg), trenecito quemando neumáticos, chucky, encerrona radiofónica (no me jodas, antonn, no me jodas), encerrona teatral (uf), dormir, patatas, trenecito quemando frenos, gente, autocar, risas.
Miedo, sombras, voces, magistral rapun, magistral antonn.
Tristeza, abrazos, besos.
Viaje muy largo (qué lejos está Barcelona). Axque y el susto, sueño, ojeras, lluvia (¿el cielo acompaña?), tren, casa, melancolía.

Mío.
Por fin Él, por fin almu, risas, besos, risas, brazos, risas, masajes, ruidos nocturnos, ping-pong, crosquis, viejos juegos con nuevos métodos, frases (in)equívocas, manos, palabras, bocadillos, preguntas, rumores (más risas), sombra rozando, miedo, fotos, voces (mi terrorífica niña incluida, ¿telépazi?), película, qué sueño.
¿Ya está?. Melancolía.

Lujo.
Montse, Nacho (mi niiiño, el cuerpo), Antonn, María del Mar, Tina y Antonio desviviéndose.
Hay gente así.