jueves, febrero 05, 2004

El gobierno y yo

Esta mañana, en el tren, he visto que el periódico que leía el señor que iba sentado delante de mí, anunciaba en su portada que el nuevo gobierno catalán dará a las familias monoparentales las mismas ayudas que a las numerosas. Otra persona se hubiera puesto a saltar de alegría y hubiera soltado alguna lagrimilla de emoción, pero yo no. Que no es por desmerecer a los avances sociales y eso, pero es que el gobierno (el que sea) y yo nunca nos hemos llevado bien.

Que por mi parte no es, eh? cumplo sus leyes, pago sus impuestos, produzco y gasto, no estafo (a pesar de lo que diga gorpik), no apedreo a los madrileños cuando vienen por aquí (incluso les hablo en [algo parecido al] castellano), no pongo zancadillas a los abuelitos... vamos, que si quitamos que no voy a misa, soy una especie de ciudadana ejemplar. Qué digo especie... ¡soy *La* ciudadana ejemplar!

Pero nuestra relación es un corre-que-te-pillo. Antes daban 250 pesetas cuando tenías un hijo, pero lo quitaron muy poco antes de que naciera Mireia. Pusieron la mayoría de edad a los 18 cuando yo tenía 19, que dices jolín, con la ilusión que me hacía cumplir los 21 para irme de casa... El gobierno establece ayudas para los jóvenes y para los ancianos (vaya, otra vez en medio), y seguro que lo del inserso se acabará cuando me falte un mes para cumplir 65, con la ilusión que me hacía ir a las Canarias... Tampoco puedo pedir becas, tener un abogado de oficio, o acceder a algún servicio social, porque mi sueldo es tan elevado que no me permite morirme de hambre.

He leído la noticia ésa con detenimiento y veo que, aparte de que la ayuda (625 euros anuales) sólo será por los hijos menores de 6 años, no tendrá efecto en los casos en que se reciba pensión del ex. Y ahí le hemos dado, que igual el gobierno cree que todas las pensiones son como las de la Preysler o la de Ivana Trump. A mí, por ejemplo, casi me saldría más a cuenta renunciar a lo que les pasa mi gran error a las hijas y quedarme con lo otro. Es más, creo que me sería más rentable abandonar a esas dos “mamá, necesito” que andan por casa y acoger a un par de niños... hmm... después haré cuentas.

Pero bueno, no todo es malo, hay una cosa con la que sí estoy contenta, me he enterado de que cuando las hijas cumplan 18 años, según la ley, el individuo ése que puso la semillita ya no tendrá que pasarles nada. Que digo yo que será porque dejarán de gastar, no? ¡Yupiii! ¡Voy a ser rica!