La jefa de mi amiga, V (*)
Han tenido que llevar al pc de la jefa de mi amiga al hospital, creo que tiene muchos virus y está muy grave, no saben si se salvará.
Evidentemente, mi amiga me lo ha dicho partiéndose de la risa, hay que ver. Dice que su jefa es muy (re)celosa y que le estuvo dando la vara ”¿yo por qué no recibo todos estos correos?”, mirándola suspicaz cada vez que ella le pasaba uno impreso; que la avisó de que se recibía mucha basura y virus, que era una tontería, pero que al final, para que se callara, le configuró el correo para que también recibiera el de la cuenta general.
Dice que la advirtió de que no abriera ningún mensaje que no supiera de quién era; incluso, aun sabiéndolo, que no lo abriera si no esperaba nada de esa persona, aunque por el asunto pareciera que la estaba saludando alegremente “Hi!”.
Pero, claro, la mujer no es tonta y en seguida dedujo que tanto interés por parte de mi amiga era, sin duda alguna, porque ésos debían de ser precisamente los mensajes que traían jamones y regalos.
Cuando el pc empezó a hacer el burro, mi amiga fue a averiguar por qué. ”No habrás abierto ningún correo sin conocerlo, no?”, le preguntó. ”Bueno... yo...” replicó, insegura. ”Pero si te dije que" pero la jefa (olé sus destos!) se acordó de quién mandaba ahí y la cortó, orgullosa, “los abro todos, porque si se toman la molestia de enviarme algo, tendré que leerlo, no?”.
Pobre mujer, qué culpa tendrá ella. Hmm... yo no descartaría que los virus se los pusiera la envidiosa de mi amiga, para volver a quedarse con el correo para ella sola. Menos mal que su jefa no desfallece.
(*) Número del capítulo dedicado a Marco, por contar uno de los chistes que más me ha hecho reír en la historia de los chistes. Aparte del submarino, claro.